Los dioses Zeus y Hermes vivían en su palacio. Ambos habían recibido poderes varios por su condición divina, y así dejaban de lado el trabajo manual. Un día, mientras estaban sentados alrededor de la mesa, decidieron poner a prueba sus habilidades. Así que decidieron que el primero que pudiera mover un mendrugo de pan con la mente ganaría. Zeus fue el primero en intentarlo. Con un gesto de la mano intentó mover el mendrugo de pan, pero no tuvo éxito. Hermes, por su parte, se concentró y con un movimiento de su cabeza logró mover el mendrugo hasta su mano. Zeus estaba furioso y, con un gesto de su mano, envió un rayo de luz que golpeó el mendrugo de pan y lo redujo a cenizas. Hermes se quedó estupefacto ante el poder de Zeus. Los dos dioses se miraron a los ojos y, por primera vez, se dieron cuenta de que eran igualmente poderosos. Zeus sonrió y dijo: “No hay necesidad de pelear por un mendrugo de pan cuando nuestro poder es ilimitado”. A partir de ese día, Zeus y Hermes se respetaron y aprendieron a compartir sus habilidades. Se hicieron mejores amigos y juntos descubrieron la magia de la amistad.
Y así Mercurio y Júpiter son planetas afines que cuando trabajan juntos en la carta astral otorgan a su propietario el poder de los dioses, otorgándole inteligencia y sabiduría.
¿Cómo están en tu carta?
A. Boada