¿Qué es un signo zodiacal?
Aparentemente, desde el punto de vista geocéntrico, el sol da vueltas alrededor de la tierra, lógicamente esto es una ilusión.
A su vez, el sol se desplaza en el plano eclíptico transitando las estrellas fijas, tambien conocidas como constelaciones. En este baile cósmico, el ser humano imagina figuras antropomórficas llamadas signos zodiacales. Las podemos ver representadas en catedrales y lugares de culto.
¿Por qué son tan importantes dichas figuras celestiales? El sol, en su tránsito marca el inicio de los equinoccios y los solsticios, dando lugar a las estaciones. Donde cíclicamente se repite la vida y la muerte.
Primavera, Aries: Nacimiento.
Verano, Cáncer: Crecimiento.
Otoño. Libra: Reproducción.
Invierno, Capricornio: Muerte.
Y así, mirando el universo y sus efectos, el ser humano creó tan maravilloso concepto psicológico, que llamamos astrología. Al igual que el instrumento de una orquesta, el individuo suena psicológicamente por las cuerdas tocadas con los dedos del orden cósmico. Inmerso en el campo energético, participa de la sinfonía astral.
El Sol es el astro más importante en la carta astral y en el signo que habita es donde más se expresa la persona, por eso es fácil oír decir soy Aries o soy Virgo. Esto sucede porque a efectos prácticos es fácil saber en qué constelación estaba transitando el Sol el día del nacimiento, pues hemos dividido el año en las doce constelaciones zodiacales. Tanta simplificación garantiza la confusión de tan apasionante fenómeno.
En realidad, decir soy Aries o Tauro no es correcto, pues nos olvidamos de los nueve planetas restantes que también configuran la carta astral y son parte esencial de matices caractereológicos dando lugar a individuos únicos e irrepetibles.
No es tan simple. Mucho más maravilloso. Cada persona es una obra única en cuerpo y alma, inmersa en una sinfonía cósmica donde todo toca todo.
Albert Boada